sábado, 26 de septiembre de 2009

¡Una extraña promesa! o ¿promesa a una extraña?

Prometo no volver a prometer algo cuando tenga sueño.
[¡¡¡Que sueño tengo...!!!]
....

Madrugada de un día simple, no recuerdo la fecha, la verdad no importa.
Tal vez pueda ser mentira que mi celular sonó, pero la verdad... no importa.

Recuerdo vagamente que dije de manera estúpida -Mjm, ¡Lo prometo!- Sin saber siquiera con quien hablaba.
El reloj marcaba las 5:14 am. Cerré los ojos lentamente, pasaron 5 segundos antes de que volviera a abrirlos y a levantarme de manera abrupta. Eran las 5:22 am. Extrañamente solo habían pasado 5 segundos.
En ese momento intente recordar la conversación o al menos deseaba saber lo que acababa de prometer.
Tan solo lograba identificar platos de porcelana, el pasaje en donde viví mi infancia, la canción que me había despertado, adonde estaban mis zapatos e incluso que olvidé el cumpleaños de un amigo. Nada de eso me era de ayuda.
Revisé las llamadas recibidas, número no registrado. Y el enigma seguía sin resolverse, al dormir solo 3 horas cualquier tontería parece relevante y viceversa.
Luego de tantos minutos de reflexión, eran las 5:24 am, decidí que no valía la pena, de todas formas desde cuando me ha importado tanto alguien a quien ni siquiera le reconocí la voz.
Era hora de volver a dormir.

-Llegaré como a las 5:45 o 6:00- -¡Si no estas afuera, yo no voy a estar tocando en tu casa, que pena.- -Prométeme que no me dejaras valiendo....-

Maldita sea, ¿Por qué tenia que recordarlo cuando ya había dejado de importarme?
Me levanté de nuevo de forma abrupta y apresurada. La delgada linea entre lo presentable y lo vergonzoso no tenia sentido.

Salí de mi casa, el cielo nublado y el aire frío parecían cobijarme mientras los pájaros recitaban canciones de cuna. Y así transcurrieron miles de segundos.
Entré de nuevo a mi casa, el reloj marcaba ya las 6:04 am. Pensé que solo fue un sueño. Sin ganas de maldecirme a mi mismo o castigarme moralmente, dormí tranquilamente.

El día pasó de manera normal, dentro de lo que cabe.
Sin apenas recordar el altercado de esa madrugada. Hasta que recibí una llamada la cual no pude contestar. Motivos de fuerza mayor, al cual prefiero llamar: Cine.
Más tarde al volver a mi casa me informaron que alguien había ido a buscarme esa tarde como a las 6:00 pm.
"Una niña de pelo liso dijo que le habías dicho que viniera a esa hora."
Al parecer no estaba tan equivocado, si le prometí algo a alguien. La verdad, seguía sin importarme.

Y así terminaba mi día. Era hora de dormir, hoy si deseaba que fueran más de 3 horas.
11:43 pm: -¡No estabas, puchica!- -Mejor vení tu mañana a mi casa- dijo esa voz extraña que me sonaba demasiado familiar.

Sin abrir los ojos, sin pensarlo, sin saber quien era y apenas con fuerza para expresar palabra alguna, respondí:
-Mjm, lo prometo- Y dormí tranquilamente.

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