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Una casa en una ciudad de lujo, facilidades económicas, dos preciosos hijos, un perro de raza y
un hombre, un esposo perfecto, alto, delgado y que se yo de esas estupideces. La vida perfecta de las mujeres de hoy. Triste pero real.
Pero esta vez algo llamó mi atención. Por enésima vez me toca escuchar los lamentos de un hombre sufriendo por una mujer. Y llegue a la conclusión.
Solamente somos payasos de su hermoso circo en construcción.
Te mantienen a su lado hasta que les dejas de ser útil o se aburren y llega algo mejor.
Sueñan con aquel ser que las trate como diosas, que las llene de detalles y que les digan que son hermosas. Y luego sufren al no encontrarlo. O ¿Al no apreciarlo?
Ahora te dicen que te aman y que desean estar a tu lado, despiertan al dia siguiente y parece que todo se ha esfumado. No recuerdan que existes y con una sonrisa, esta todo arreglado.
Tan solo esperan no quedarse solas, les encanta la atención aunque no se den cuenta que estan jugando con personas.
Nunca tienen tiempo para quien tanto les importa, pero si necesitan algo... te buscan y ni siquiera hacen cola.
A la hora de elegir prefieren decir que no es el momento, dos dias despues y ya tienen nuevo cuento.
Es irónico pensar que estamos atados a una frase tan falsa como verdadera.
Que por más que intentes ser perfecto, llegara alguien peor y todo lo que hiciste se caerá en tan solo dos segundos.
Que mientras un te amo, a ti te salió del corazón. A ella ni siquiera le importó.
Mientras lloras por perder lo que tanto has llegado a querer, ella simplemente voltea, toma la mano de otro y sonrie feliz.
Dichosas aquellas que saben apreciar una flor en campos minados.
Las que se detienen a disfrutar ese aroma.
Y las que jamás logran hacerlo.... ¿Castigo Divino?
Prefiero llamarlo Karma.
Ni siquiera hablo por mi en este momento.
Pero tambien sonrio, por que más de una vez he sido uno de ellos.
Uno más del circo. Tan solo uno más.