lunes, 28 de septiembre de 2009

Tan parecidos, Tan diferentes.

Si, No... ¡Si!... ¡No!
...

Sin inicios que recalcar, sin majestuosas presentaciones,
oraciones tontas, frases sin sentido y opiniones aleatorias.
De esa forma transcurre una rutinaria tarde de Septiembre,
nubes dispersas que pasean lentamente sobre los campos infinitos,
presas del calor, pero tan orgullosas para aceptarlo.
Las ramas de los árboles yacen estáticas, mientras personas buscan refugiarse del insoportable sol de mediodía.

Con un paso un poco apurado y con una forma de caminar tan distintiva como su extraña e impredecible personalidad, se acercaba y ya no había manera de evitarlo. No es que quisiera huir, pero es casi imposible reaccionar ante una mirada tan dulce e intimidante.

Totalmente desconocidos pero con la certeza efímera que tantas cosas en común opacaban cualquier rastro de dudas o reservas.
Como dos almas solitarias, incomprendidas y apartadas de la realidad a la que estaban sometidos, todo parecía una danza perfecta y coordinada aunque estuviera llena de tropiezos y sonrisas ocultas.

El tiempo por primera vez en mucho tiempo fluía de manera normal, dejando de lado su naturaleza torpe y apresurada. Sin muchos detalles o momentos memorables la tarde llegaba a su fin y con ella también terminaba dicha danza. Al menos eso pensé.

Con la mirada perdida, bajo la sombra de un gran árbol, contemplando aquel cielo tímido me di cuenta que aquella danza perfecta y sincronizada no había llegado a su fin, quizá aun no lo ha hecho. No lo sé.

sábado, 26 de septiembre de 2009

¡Una extraña promesa! o ¿promesa a una extraña?

Prometo no volver a prometer algo cuando tenga sueño.
[¡¡¡Que sueño tengo...!!!]
....

Madrugada de un día simple, no recuerdo la fecha, la verdad no importa.
Tal vez pueda ser mentira que mi celular sonó, pero la verdad... no importa.

Recuerdo vagamente que dije de manera estúpida -Mjm, ¡Lo prometo!- Sin saber siquiera con quien hablaba.
El reloj marcaba las 5:14 am. Cerré los ojos lentamente, pasaron 5 segundos antes de que volviera a abrirlos y a levantarme de manera abrupta. Eran las 5:22 am. Extrañamente solo habían pasado 5 segundos.
En ese momento intente recordar la conversación o al menos deseaba saber lo que acababa de prometer.
Tan solo lograba identificar platos de porcelana, el pasaje en donde viví mi infancia, la canción que me había despertado, adonde estaban mis zapatos e incluso que olvidé el cumpleaños de un amigo. Nada de eso me era de ayuda.
Revisé las llamadas recibidas, número no registrado. Y el enigma seguía sin resolverse, al dormir solo 3 horas cualquier tontería parece relevante y viceversa.
Luego de tantos minutos de reflexión, eran las 5:24 am, decidí que no valía la pena, de todas formas desde cuando me ha importado tanto alguien a quien ni siquiera le reconocí la voz.
Era hora de volver a dormir.

-Llegaré como a las 5:45 o 6:00- -¡Si no estas afuera, yo no voy a estar tocando en tu casa, que pena.- -Prométeme que no me dejaras valiendo....-

Maldita sea, ¿Por qué tenia que recordarlo cuando ya había dejado de importarme?
Me levanté de nuevo de forma abrupta y apresurada. La delgada linea entre lo presentable y lo vergonzoso no tenia sentido.

Salí de mi casa, el cielo nublado y el aire frío parecían cobijarme mientras los pájaros recitaban canciones de cuna. Y así transcurrieron miles de segundos.
Entré de nuevo a mi casa, el reloj marcaba ya las 6:04 am. Pensé que solo fue un sueño. Sin ganas de maldecirme a mi mismo o castigarme moralmente, dormí tranquilamente.

El día pasó de manera normal, dentro de lo que cabe.
Sin apenas recordar el altercado de esa madrugada. Hasta que recibí una llamada la cual no pude contestar. Motivos de fuerza mayor, al cual prefiero llamar: Cine.
Más tarde al volver a mi casa me informaron que alguien había ido a buscarme esa tarde como a las 6:00 pm.
"Una niña de pelo liso dijo que le habías dicho que viniera a esa hora."
Al parecer no estaba tan equivocado, si le prometí algo a alguien. La verdad, seguía sin importarme.

Y así terminaba mi día. Era hora de dormir, hoy si deseaba que fueran más de 3 horas.
11:43 pm: -¡No estabas, puchica!- -Mejor vení tu mañana a mi casa- dijo esa voz extraña que me sonaba demasiado familiar.

Sin abrir los ojos, sin pensarlo, sin saber quien era y apenas con fuerza para expresar palabra alguna, respondí:
-Mjm, lo prometo- Y dormí tranquilamente.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Un toque de sentido común... y relaciones pre-establecidas

Patrones naturales y hasta espirituales. ¿Alguien toma en cuenta sentimientos puros?
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Relación hombre-mujer. Naturalmente Perfecta. Divinamente Exclusiva.
Tristeza, rabia, impotencia y asco me provocó leer en los periódicos de este día que un grupo considerable de personas salieron a marchar para que se prohíba la unión... homosexual.
Y claro la cereza del pastel; Los protagonistas principalmente movimientos religiosos.

Ahora me gustaría preguntarles. ¿Acaso no fue su Dios quien creó el amor y nos invita a compartirlo con todo el mundo? o quizá yo me equivoco y ese amor solo lo pueden recibir personas puras y no aberraciones como estas mencionadas anteriormente.
¿No es ese libro divino el que nos relata historias de un hombre que se sacrificó para que nuestros pecados fueran perdonados y con ello ser libres?. Parece que no leímos bien el contrato. Eso solo aplica si eres heterosexual. Pobres de aquellos que con su imaginaria libertad escogieron ser diferentes a la mayoría.
Pero no quiero que esto se convierta en un ataque más a las religiones y sus creencias.

Claro, la familia perfecta, establecida por nuestra sociedad imperfecta, esta formada por la unión de dos seres de diferente sexo, amor o no, que importa, los sentimientos en esta vida no parecen contar.
Me incluyo entre los que suelen pensar que ver una muestra de afecto homosexual hasta cierto punto no es muy agradable. [Comentario bonus: Las lesbianas si deberían tener permiso moral.]
Y más allá de ataduras terrenales, morales, sociales, psicológicas, divinas o lo que quieran inventar, es triste como los seres humanos tenemos la tendencia a rechazar a cualquiera que suela ser diferente.

Desde pequeños el niño que ocupa lentes y levanta la mano cada 5 minutos, ya sea para preguntar o para responder algo en clases, es apartado y rechazado por los demás ignorantes a los que su deseo de sobresalir de buena manera parece molestarles. Y que tiene de malo, nadie viene al mundo con la capacidad suficiente como para analizar que su actitud es estúpida, por no decir otra palabra.
El problema es crecer y no aprender nada, estancarse en pensamientos propuestos por otro más ignorante que tu. Por un idiota más arriba que tu.

A medida crecemos y los rituales de cortejo comienzan a formar parte de nuestro diario vivir, en más de una ocasión llegamos a pensar: Esto es amar.
Irónico que solo los heterosexuales tengamos derecho a amar a alguien fuera de nuestro círculo familiar. Repito: Antes de venir al mundo hay que leer bien el contrato.

Y todos los prejuicios tontos con los que suelen etiquetar a "esos" seres diferentes, todos los insultos y privilegios que pierden por amar, parece no importarles. ¿No es esa una verdadera lección de amor?. Y no hay peor ciego que quien no quiere ver.
Pero como no lo vives, no lo sientes... si no lo sientes.... NO OPINES.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Ruleta Rusa.

Cuando sabes algo que jamás debiste saber.
Aunque lo digas, es imposible que confíen en ti.
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- Una habitación cerrada, con dos personas dentro, una de ellas sostiene una pistola en sus manos, minutos después se escucha un disparo. Lo único que se sabe es que en un punto de sus vidas fueron rivales, el que sostenía la pistola había perdido lo que mas quería en su vida en manos del ahora compañero de habitación.
Inmóvil y sin vida yace el cuerpo en el frío suelo del lugar.
Estúpido e ilógico sonaría siquiera dudar quien fue el autor. -

Y lo que suponía ser un día tranquilo sin nada especial que recalcar.
Poco a poco se convertía en algo que nunca debió comenzar.
Una conversación prohibida, detalles repetitivos y la única persona que se ha vuelto intocable, ahora en el punto de mira.

Ahora intentas olvidar, obviar o matar ese recuerdo.
Como si la ignorancia fuera la única salida para cobardes, por que el miedo no te permite enfrentarlo.
Como eslabones de cadenas rotos por la distancia o por el simple deseo y la falta de esperanza, cada pieza encaja y gritas desesperado buscando una excusa para dejarlo.
Por que sin nada que ganar, pero con mucho que perder, pones el arma sobre tu cabeza y presionas el gatillo.

- El arma aun sigue en las manos del autor del crimen. Manchada por su propia sangre y con la vacía idea que la cobarde salida sea tan solo un punto de partida para olvidar, eso si, sin dejar de amar. -

domingo, 13 de septiembre de 2009

Homónimos.

"Se escriben igual, su significado es diferente."
...

Caminando de regreso a mi casa, demasiado cansado como para levantar la mirada, contesté una llamada de quien menos esperaba. Número desconocido.
-¡Niño estoy en el centro comercial por tu casa!. ¡Me perdí!-
Sonriendo de manera sarcástica y sin pensarlo le dije: Ya llego entonces.
Aun sigo preguntándome por que no respondí de manera diferente. No me arrepiento.

Con tan solo 65 centavos en mi billetera, irónico nombre, decidí caminar hasta el lugar.
Al llegar sus primeras palabras fueron -Que hecho leña te ves- a partir de ese momento supe que había tomado una buena decisión.
Sin pensarlo tanto compré una bolsa con agua, la cual compartimos por culpa de la crisis y la platica continuó. Ahora solo tenía 40 centavos.

Al pasar varios minutos volteamos la vista hacia el cielo, que poco a poco se oscurecía. Y con mirada como quien pide clemencia se dirigió a mi con una voz aun más dulce. -No sé como llegar a mi casa y me da miedo irme sola.- De nuevo sin pensarlo le dije que la acompañaría.
Tomamos un bus que supuse que llegaría cerca de su casa y tenia exactamente solo 20 centavos para tomar el de regreso.
Luego de una larga plática y con la comodidad que supone un transporte público a las 5:30 de la tarde de un día viernes, delicadamente tomó el último sorbo de agua que aun quedaba en la bolsa, mientras desconcertado veía a través de la ventana que no estábamos tan cerca de su casa; No sabia adonde estábamos.
Ahora la risa sarcástica era de ella.

Entre risas y abriendo paso como podíamos, logramos salir del bus y nuevamente vimos el cielo, cada vez estaba más oscuro. Metió su mano a la cartera y sacó un puñado de monedas, aliviado pensé que solo debíamos tomar otro bus y llegaríamos a su casa. Solamente tenía 24 centavos.
Nos sentamos en una pequeña grada y no paramos de reírnos por mucho tiempo.

Improvisando caminos y adivinando direcciones por fin llegamos a un lugar que ambos conocíamos, 15 minutos después llegamos, por fin, a su casa.
Obviando detalles de cortesías y presentaciones, pidió las llaves del carro, recogió su pelo sutilmente y dijo: -¡vamos!.-
Sin preguntar, tal vez por el cansancio de tan largo día, la seguí.
Por un momento pensé que me iría a dejar a mi casa, pero cada minuto avanzábamos en dirección contraria.
Y fue una de las mejores cenas que he tenido.

Por fin frente a mi casa, nos despedimos, di media vuelta y sonreí, esta vez no de manera sarcástica. Tan solo 10 segundos después el celular comenzó a sonar, esta vez si conocía el numero y una dulce voz dijo con un tono muy alegre: -¡¡¡Qué se repita!!!-

viernes, 11 de septiembre de 2009

¡Son cosas...que de repente...brotan!*

Abuso de improvisación.
· 9 Horas, largas caminatas, decisiones apresuradas...... con Alii. ·
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Con media hora de retraso, habitual, iniciaba una travesía tan extraña como espontánea.
Conociendo adonde queríamos llegar pero sin saber como, la primera decisión fue caminar. Mala decisión.
Sin haber avanzado mucho era evidente que era mucho mejor tomar un bus. El problema.... ¿Que ruta?.
Sin pensarlo mucho y siguiendo los instintos de mi acompañante, mala decisión, tomamos el que se suponía nos dejaría cerca de "nuestro destino". Al que prefiero llamar: Casa de Isra.

Increíblemente había pasado una hora desde que salí de mi casa y no estábamos a más de 30 metros de ella. No estábamos esperando el bus, es más... ya teníamos media hora de estar en el. A pesar de eso ninguno paraba de reírse por tanta cosa estúpida en tan poco tiempo.
Rogando que el bus nos dejara cerca o simplemente rogando no perdernos, logramos llegar a un lugar que me pareció conocido. La colonia Málaga. No se si por las noticias exageradas o por un aire extraño que se respira en la zona, caminar por ahí no parecía buena idea. ¿Otra mala decisión, que podíamos perder aparte del celular y dinero?. Solamente.

Mercado Modelo se podía leer en una pared mal pintada, el zoológico a unos pasos y todo se veía relativamente mejor. "Estamos tan cerca" Repetía constantemente.
Un par de kilómetros después y seguía pareciendo tan cerca. Entre flores mal cortadas y desayunos negados por fin... llegamos.

Después de un par de tragos note a Alicia un poco más feliz, ni siquiera se notaba que acababa de pasar 30 minutos caminando. No saco conclusiones pero a los hechos me remito.
Tanto tiempo caminando, era casi inevitable que surgiera alguna idea absurda. Y así fue.
El zoológico estaba cerca. ¿Por qué no?.
Repito: y así fue.

Comenzando por alterar al par de guardias de la entrada y luego evitando de manera sutil pagar una entrada, ya no parecía un recorrido normal.
Lo siguiente fue cuestión de baterías descargadas, fotos olvidadas, estatuas y poses extrañas, bautizos, saltos, sol, agua contaminada y hasta besos al aire de desconocidas. Al menos. Ah y animales enjaulados.

Salimos del lugar y todo ya era más normal de lo que suelen ser las cosas.
El día terminaba con una película, yuca frita, un viaje en taxi y mentiras bien elaboradas.
De nuevo tocaba caminar, hoy hacia mi casa, demasiado sencillo que hasta me pareció extraño.
De alguna manera sobrenatural, podría decirlo, termine a 25 minutos de mi casa, con quien menos esperaba. Pero eso es otra historia.

....
Gracias Ali...
Por tantas tonterías ahora y por tener como nombre de blog algo que encajara perfectamente con este día.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Manzanas y salas de espera.

Perfección.
...

"Número 54" era lo que apenas se alcanzaba a leer en el trozo de papel mal cortado que me habían asignado. Faltaban más de 14 personas. Agónica espera.
Tomé el único asiento libre y resignado tome un folleto de ofertas. Agónica espera.

Un par de minutos después una voz dulce repetía: "Disculpe, ¿Qué número tiene?"
Al levantar la mirada olvidé por completo la pregunta, lo que leía e incluso que hacía ahí sentado.
Lo único que recuerdo es una hermosa y gran sonrisa, cabello un poco ondulado, castaño, aun no se el color de los ojos, a pesar que los contemple sin interrupción por más de 1o segundos.
Sin responder su pregunta, ella agregó: "¿aburrido verdad?". Yo seguía sin lograr organizar las palabras, ni siquiera lograba emitir sonidos. 20 segundos y el momento cada vez era más y más incomodo.
Cuando logre ordenar de nuevo ideas y armar pensamientos lógicos, respondí. Seguía idiotizado.
Y así poco a poco inició una de las mejores conversaciones que he tenido en mi vida, no se si fue por que no recuerdo que dije o por que cada movimiento de sus labios era perfecto, cada palabra era la correcta.

El tiempo iba demasiado rápido, faltaba muy poco para que fuera mi turno, ahora me arrepiento de tener un número tan bajo. El de ella era demasiado alto.
Interrupción. Llamada inoportuna de quien no quería escuchar. Su esposo.
Ella era tan solo 6 años mayor que yo. Irónicamente tan cerca pero tan lejos.

Mientras seguíamos hablando, la pantalla mostraba que mi turno era el siguiente.
Improvisando un juego estúpido e incluso vergonzoso logre tomar el papel con su número, lo devolví sin darle mucha importancia a lo que acababa de pasar.
La pantalla ahora mostraba: "Número 54"
Con voz nerviosa le dije: "Por fin tu turno"
Ella miró su papelito, levantó la mirada y me regalo una de las más hermosas sonrisas que he visto. Tomó sus cosas y se levantó.
Un par de minutos después salió del cubículo y se despidió levantando delicadamente su mano, acompañado de un tierno: gracias
Lo único que pude pensar fue: Te amo.
Sí, lo pensé.


En voz alta......

jueves, 3 de septiembre de 2009

Si, yo tambien.

Desde un ticket, perfume, canciones hasta pulseras y caminatas a medianoche.
...

Entre Pascuas y otros árboles, primera impresión, una persona cualquiera,
quien se atreveria a pensar que un comentario en un lugar tan sin sentido daria inicio a algo que realmente quiero que jamás termine.

Platicas sin sentido, momentos incomodos,
sentimientos extraños, sonrisas y enojos.

Presentaciones eternas, fechas olvidadas,
y un par de historias de fantasmas.

Llamadas sin ningún adios, 1000 mensajes...
conversaciones en el msn, interminables.

Un vals improvisado, sentimientos apresurados.
Jugo de uva, agua y alguna otra bedida que haya olvidado.

Ir al cine a ver la peor pelicula del mundo, la que ni siquiera vimos y la que realmente amamos.
Peleas absurdas con guardias de seguridad, un frozen de fresa... y un par de hamburguesas.
Fotos mal centradas, mal tomadas, y hasta con poses desproporcionadas.
Visitas no esperadas, camisas arruinadas y el olor de mi perfume en tu almohada.

Deseos, traiciones, razones y un par de trazos que parecen corazones. Novelas en vacaciones.
Trozos de madera, arreglos mal hechos y hasta poemas dentro de una cartera.
Flores en tu puerta, tareas y videos... compremos comida.. pero que sea solo una cuenta.

Golpes al carro, errar en cada cambio, juegos con azucar en un mesa, zona de ricos y una galleta.
Promociones de saldo, viajes planeados, extrañar y esperar sentado.

Compartir sonrisas, llantos, desesperaciones, tonterias...
Consejos mutuos, madrugadas, regaños y computadoras apagadas.

Podria pasar todo lo que resta del dia escribiendo cada una de las cosas que hemos vivido,
escribir cosas que no entiendas, luego preguntas sin obtener una clara respuesta.
Por que espero que este sea solo el inicio de un gran recorrido.....
Por que hace 16 años nació la única persona que podria terminar esta oración......

Gracias.
Feliz cumpleaños!

Encuentro fugaz.

Tímidos rayos de luz entraban por la ventana, anunciando un nuevo dia, como cualquier otro.
Al despertar, emocionado, el pequeño niño salió al patio de su casa, no sin antes tomar una servilleta en donde guardaba unas pequeñas semillas que habia recogido el dia anterior.
La tierra seguía húmeda por el rocío.

Y así comenzó a sembrar una por una, con sumo cuidado aun sin saber si lo hacia bien.
Algo llamó su atención, habia un pequeño tallo seco junto con el resto de semillas que aun no habia sembrado. Lo hizo a un lado y continuo.
Al haber terminado, limpió su cara con la manga de su camisa rasgada, al tomar la servilleta vió de nuevo el tallo; Sin darle importancia lo guardó en la bolsa de su pantalón.

Llegó la noche y la lluvia comenzaba a caer, se habia hecho tarde y el pequeño aun no regresaba de su trabajo. Se encontraba un poco lejos pero disfrutaba de cada gota de lluvia que mojaba su ropa vieja, limpiaba su rostro sucio y parecía lavar su condena.
Al llegar su casa habia desaparecido, la intensidad de la tormenta habia arrastrado aquellas cajas que servian de techo y muro para cubrir la desdicha de una joven alma.
Empapado aun por la lluvia, o quiza por su llanto, despertó a mitad de la noche, su mirada fija contemplaba insesantemente el cielo estrellado. Y asi se quedó hasta el amanecer.

Iniciaba un nuevo dia, de nuevo emocionado se levantó de golpe. Se dirigió hacia el lugar donde el dia anterior habia sembrado aquellas semillas. No quedaba ninguna.
Pensó buscar más y sembrarlas de nuevo, ahora más profundas. Buscó en su bolsillo la servilleta, que ya solo eran pequeños pedazos. El tallo seguía ahí.

Mientras su ropa permanecía tendida por todo el prado, a la espera que los rayos de sol la secaran, tomó el tallo y lo sembró en donde solia estar su vieja casa hecha de cajas.
Tal vez ese viejo tallo representaba su vida, tal vez solo lo hacia por simple afición y para aplacar un poco la soledad. Luego de cuidarlo un par de dias comenzó a notar algo diferente. Tenia vida.
Consumido cada vez más por el deseo de ver brotar una hermosa flor de lo que antes era un palo viejo y olvidado. Se descuido de todo a su alrededor. Sus preocupaciones diarias ya no eran conseguir comida para sobrevivir, solamente se concentraba en lo que ahora era una pequeña planta.

Pasaron los dias y el niño, cada vez más débil, no descuidaba su viejo tallo ni un segundo.
Era una tarde fria de esas en las cuales el viento es solo un jadeo del tiempo, cansado de tanto andar. El sol lentamente se ocultaba, al igual que la vida del niño.
La noche pasó lentamente, fue cálida y abrumadora. El cielo era un concierto de estrellas, la luna llena, su invitada especial.
Al amanecer el cuerpo del pequeño niño ya no estaba. Solamente una hermosa flor azul acompañaba el viejo campo vacio.
Una madre con su pequeña hija en brazos pasaban por el lugar. La niña, con sus grandes ojos, mejillas redondas y blancas como la nieve, vió la hermosa flor. Cautivada por la belleza, se sumergió en los recuerdos que esta guardaba en cada uno de sus pétalos. Ella y su madre continuaron su camino.

Pasaron asi 16 años, muchas cosas cambiaron. El prado seguía vacío.
Un grupo de jovenes pasaban por el lugar, entre ellos una preciosa señorita que timidamente dirigio su mirada hacia donde antes habia estado la hermosa flor azul. El tallo seco continuaba ahi, el viento rozó su bello rostro y jugó con su cabello, como agradeciendo algo.
Ella sonrió.