viernes, 27 de noviembre de 2009

27 de Noviembre.

No importa el año, el día o el evento... Está maldito. 
...

Con cierta invitación de positivismo, la noche anterior, observaba lentamente como se iba acercando la hora. A falta de 87 minutos para que comenzará el que suele ser el día más caótico de todo el año, el más extraño y últimamente el más decepcionante. ¿Superstición?, me gusta pensar que sí.

Preámbulo. 
Casi llegada la medianoche por alguna razón que desconozco terminé planeando algo que no me correspondía. Improvisar cumpleaños no es una buena forma de matar el tiempo. 
Envuelto en un caos que alguien más, amablemente, se molesto en crear, intentaba no pensar que sería un mal día. 
Actitud positiva, actitud positiva.

La noche continuo su curso y yo continuaba buscando soluciones y solo encontraba más preguntas. Faltaban unas horas para que acabará el plazo de planificación, aunque parecía poco tiempo nunca pensé que en verdad sería tan poco.

Derrotado por mi falta de capacidad para organizar un evento de convivencia social a la 1:00 am. era momento de dormir. Decepcionante. La mañana sería mejor. 
Luego de un par de llamadas sin sentido que me mantuvieron despierto el resto de la madrugada, necesitaba una prueba más que este día debería desaparecer de mi calendario. Cuidado con lo que deseas.....  

Cambio de planes.
Tan esperados que no me sorprendió que de un momento a otro borrará todo lo planeado anteriormente y me viera obligado a emplear un plan "B". 
Sonreí irónicamente. De todas formas ya estaba planificado que sucediera así.

Todo iba mejorando poco a poco, nada mal para todo lo que tenía planeado hacer en tan solo un día. Suena tan simple planear un cumpleaños, hacer una visita a alguien importante y luego sacar tiempo y ánimos para una salida de "restauración".

Simples espejismos.
Sin tiempo, sin ganas, sin ideas, sin excusas.
Sin nada que resaltar, todo el esfuerzo por hacer de algo sencillo, algo significativo, Ya no importaba. 
Era mediodía y no habíamos hecho ni la mitad de lo planeado. Ni pensábamos hacerlo.
Y tras vueltas estúpidas, coqueteos de gente desconocida, trabajos temporales, colapsos emocionales, críticas y reseñas de la vida. ahh y por supuesto con ausencia de la cumpleañera. 
Majestuosamente perfecto. Todo era majestuosamente perfecto.

Aun con todo eso, fue una tarde tranquila, entre personas que no esperaba.
Esas personas que irónicamente sufren mi maldición de este día. O en todo caso, la comparten.
Tranquilamente llega a su fin el día.

Y no importa si los planes implican un viaje al extranjero y terminar en un bar de mala muerte con 7 personas desconocidas.

Tampoco si planeo algo hermoso en un vivero, candelas y vista de la ciudad al atardecer. Y terminar en un centro comercial solo, observando una fuente apagada y alimentándome de esperanzas, falsas esperanzas.

A pesar de eso, este día se esta convirtiendo en una tradición. No es tan malo después de todo. Aunque esto lo haya escrito en un viejo portafolio, disfruto de la vista que hay desde el techo de mi casa, mientras espero que alguien venga a abrirme la puerta.
2 horas después... Sigo esperando. 

Grandioso día. 

domingo, 22 de noviembre de 2009

Un toque de sentido común y... Feliz navidad.

¿No es todavía?
¿Cuál es la diferencia?

...

Aclamada y linda época del año,
esperamos 12 meses ansiosos por compartir este especial día.
Porque nuestras vidas no tendrían el mismo significado si no disfrutáramos de....
¿De verdad se disfruta?.

Bienvenido seas consumismo, irritable vicio.
A falta de más de 30 días para esta celebración las calles ya lucen adornadas con luces de diferentes colores, que nos llenan de alegría y gozo. 
Empezamos a respirar excitados ese aroma a compañía y algarabía.
Y ya tenemos un pretexto. Un pretexto más para sentirnos miserables y vacíos. 

¿Hace cuanto esta fiesta perdió su significado?.
No importa si se celebra por motivos cristianos, católicos o mundanos. En fin 2 días más de vacación al año. 

Y siempre lo he celebrado en compañía, si en compañía de decenas de personas que jamás en mi vida he visto, nunca me han hablado pero por algún motivo extraño a medianoche debo abrazarlos. Y si no lo hago, significa que el anticristo de mi se ha apoderado. Pobres imbéciles, pobres humanos.

Otros prefieren asistir al gran evento: El nacimiento de un hombre demasiado respetado, demasiado venerado. 
Alegrarse porque estamos salvados. Hermanos míos, oh hermanos míos una vez al año.

Bañados en esa sensación de satisfacción, inundados por el deseo de felicidad o idiotizados por algo que ni siquiera comprendemos, continuamos reunidos en un ambiente de armonía y felicidad. Compartiendo...
Sí, compartiendo con aquellos que amamos. Tan sencillo, Tan estúpido. 

Porque no importa cuanto nos esforcemos por engañarnos a nosotros mismos,
en la época de dar, nos convertimos los seres más egoístas.

Debemos vernos bien esa noche, claro, como si Santa Claus no te diera regalo por estar mal vestido.
Debemos  abusar de la glotonería mientras esos que llamas hermanos ni siquiera tendrán algo que celebrar esta noche.
Debemos compartir lo que tenemos, eso no implica un abrazo con aquel a quien has hecho daño, no implica un perdón o tan solo un gesto bondadoso, un cálido gesto humano.

Vamos a emborracharnos, abrazar a todo aquel que este cerca, a gastar como descerebrados, adornar un árbol, regalar cosas materiales y de aquí a medianoche seremos amigos, serás mi hermano. Celebremos hasta el amanecer, porque no nos volveremos a ver hasta el otro año. 

¿Y porque todo esto cuando aun falta un mes para tal fecha?.
Lo siento, es que llevo 4 meses escuchando como manipulan a los ignorantes, 4 meses viendo sonreír a los pobres ilusos que esperan ansiosos. Esperan ese día en donde no somos más que el residuo que dejan las luces chinas y la pólvora nacional. No somos más que basura. ¿Una vez al año?.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Salida improvisada y parkour a mediodía.

Si me concedieran 3 deseos pediría: Ser un poco más normal, tener mejor suerte y una botella con agua.
...

Esperando que 2 respuestas negativas hicieran un sí, continué pidiendo permiso. 
No funciona así.
Desesperado pero con libertad casi total decidí hacer caso omiso a las previas advertencias y condiciones. Se hacía tarde y ya no me importaban las consecuencias.
¡Qué raro!.

A pocos segundos de salir de mi casa, grandiosas coincidencias,  recibí una llamada de quien menos esperaba. 
- "Yo te paso a traer. Llego en 5 minutos."-
El día no va tan mal, pensé.
15 minutos después me encontraba frente a ese edificio de colores y formas abstractas,
frente a tan anhelado destino.

Subí lo que pareció ser una infinidad de gradas, 
y al lado de una bola roja con sillas esperé, algunos lo llaman arte. Pero que sé yo de eso.
Mientras esperaba, una mujer con cara de pocos amigos, o ninguno, no dejaba de observarme.
Así que intente desviar su atención, y lentamente aprecié el arte de las sillas y la bola roja. 
Sigue sin parecer arte para mi, pero ella no debía saberlo. 

La razón de todo lo que había pasado esa mañana bajaba lentamente las gradas. Sí, más gradas.
Y no importa si su paso era apresurado, me gusta jugar a que el tiempo se detiene cuando estoy a su lado. 

Momento incomodo, un salón lleno de personas desconocidas pero en cierta forma agradables.
Olor a lienzos bañados de imaginación y talento, trazos de colores vivos y burlas pintorescas. 
Sí que estaba fuera de lugar.
Y aun intentando inútilmente adaptarme, seguí el juego.
Después de todo no estaba ahí por ninguno de esos extraños. 
Luego de un par de canciones y comentarios que no entendí era hora de irme. Pero había disfrutado tanto esos 34 minutos y 17 segundos.

Bajé otra infinidad de gradas pero ahora con una energía que aun no comprendo de donde salió.
Sonreía y cantaba hasta que de nuevo la señora de la entrada me miraba con cara de querer acabar con mi canto estúpido. Continué tranquilamente. 
Al bajar por fin la enorme cantidad de gradas y como si alguien disfrutara haciendo que me pasen cosas tontas, llevé mi mano a mi bolsa. Había olvidado algo. 
Subí las gradas, la mujer me siguió con su mirada asesina y además ya tenia un aliado. 
Y lo que pasó después son recuerdos borrosos. 

Hoy si, bajo el sol de mediodía era hora de volver caminando a mi casa. 
No parecía buena idea. Y lo comprobé.
Pero aun desbordando de energía de procedencia dudosa quería aprovechar para cumplir mi sueño. Parkour.

No, no lo hago bien y nunca antes lo había intentado pero me encanta saltar. 
Y con cierta vergüenza salté un pequeño arbusto. No es tan malo. 
Y sin importar nada más seguí saltando todo lo que estuviera frente a mi, pequeños botes de basura, sillas, muros y hasta una moto. 
Fue divertido y quizá ya no pueda volver por esa zona nunca.

Aun falta la mitad de mi camino y saltar dejaba de ser divertido. 
Tenía sed y mi gripe no ayudaba mucho. 
Bajo la misma regla aplicada horas más temprano dije:
Si continuo saltando se me quitara. Ni yo creí esa estupidez pero era mejor mentirme que pensar en agua.

Y saltar dejo de parecerme una buena idea luego de buscar en mis bolsas monedas para comprar agua o para tomar un bus y evitar caminar tanto. Ni una ni otra. 
Al menos alguien encontrará 90 centavos y podría comprar una botella con agua.

Ese alguien que disfruta viendome en situaciones tontas y poco afortunadas se burlaba de mi. Me pregunto si seré yo mismo. Lo más probable es que sí.  

Logré llegar a mi casa, 5 segundos después y hubiera muerto. No por la sed sino por un factor llamado: Madre.
Aun con una sonrisa y bañado en sudor me pregunté:
¿Y los tres deseos?....
Ahora que lo pienso solo quiero la botella con agua. 

miércoles, 11 de noviembre de 2009

EXperiencias AMIGAbleS.

Parece que siempre es mi culpa... ¿Es mi culpa?.
...

Y llueve tortugas.
Sábado 6 de diciembre, año 2006. 
No importo si era uno de esos días fríos, su seriedad impactante y la forma como explotaba su calidez y sentido del humor fue algo fantástico. 
Había cierta chispa especial que nos hacía completamente diferentes. Pero nos entendíamos a la perfección. 
Ninguno se explica como pasó, pero no importa el motivo ni el lugar. 
El mismo punto de encuentro fue el principio del final. Cliché, hermoso cliché.
Y así rodeado de gente desconocida, poco a poco desaparecía.
Poco a poco desapareció.

Una barra de chocolate y plantas polvorientas.
Es conocida la regla que envuelve a las novias de tus amigos. 
- "No importa de todos modos, no somos tan cercanos."
Entre risas y bromas, llamadas a medianoche y adornos,
Entre peleas por máscaras, camisas extrañas y hasta por dotes desproporcionados.Y si comenzó por un novio, ¿Por qué no terminar igual?. No importa, siempre queda el sabor amargo de no poder hacer nada.

Pascuas, bonita foto. 
Quizá la irremediable tentación iba más allá de un par de comentarios,
de un par de aproximaciones rebuscadas. 
O tal vez esa inocencia pura y el tono de tus palabras bruscas y coordinadas.
Y como a quien le pesan tantos recuerdos, arrastrados a lo largo del camino...
Desde un cojín, vestido rosa y una canción simbólica, hasta momentos eternos bajo la sombra de un árbol cualquiera. Y es tiempo de vals.... Y decir sin hablar y escuchar sin oír.
Y de nuevo bonita foto.
Y de nuevo punto y final.

Alimentar el recuerdo con mi alma 
o alimentar mi alma con recuerdos. Porque es lo único que queda.
No trato de entenderlo, disfruto de esta fría brisa.
Me pregunto si fue mi culpa, ¿Pude hacer algo más?.
No importa la respuesta, es cuestión de dos. Y no siempre suma 1. 
Esta fría noche huele a Noviembre. 
La melancolía en el aire asfixia la llama de la sensatez. 
Pero... Que bien huele Noviembre.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Coordinaciones silenciosas.

No hacen falta palabras.
Y fueron tan solo unos segundos. 

...

Débiles gotas de lluvia golpean de manera delicada,
con un ritmo constante, con un ritmo relajante.
Tal vez sea mi imaginación pero el tiempo camina demasiado lento,
y de nuevo me quejo por ello. No esta vez no.

Por un instante el bullicio alrededor parece desaparecer.
Tu esencia de mujer es lo único en el aire.
No se porque razón continuo inmóvil. 
Pero lo disfruto tanto.

Una suave brisa en torno a ti,
acaricia tu cabello de manera casi celestial,
como si jugara con el, como si gozara al hacerlo.

Aun bajo la lluvia,
tus frías manos se sienten tan cálidas, 
La sonrisa dibujada en tu rostro irradia algo inexplicable.

Cada vez escucho menos sonidos.
La lluvia ha dejado de golpear el suelo, 
el viento ha olvidado su tenue sinfonía que suele acompañarlo,
Poco a poco reina un silencio absoluto,
interrumpido por lo que deberían ser dos latidos diferentes. 

Pero escucho uno solo. Uno solo.
Y lo disfruto tanto.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Llanto terrenal.

Recordamos a quienes se han ido una vez al año. 
¿Cuántas veces recordamos a quienes aun siguen aquí?

...

Sentada frente a un parque de gran concurrencia.
Su cara agrietada, erosionada por la brutalidad  del tiempo,
manos temblorosas pero con un alma que guarda mucho más coraje del que se puede imaginar.

Con la mirada cansada, pero atenta,
con la frialdad que solo un ser tan cálido puede tener.
Con un cuerpo tan frágil pero capaz de soportar todo el peso de su larga vida. 

A su lado una pequeña canasta, llena de dulces,
de muchos sabores, con muchos colores...
impregnados de sueños, recuerdos y quizá un par de emociones.

No importando el ruido que la rodea,
continua su silenciosa plática con la soledad,
a veces se une a ellas la melancolía... 
mientras la felicidad sostiene su mano.

Decenas de personas pasan a su lado,
cargando flores y con una mirada como anhelando el pasado.
Caminan con paso apresurado.
Y es que romper con la tradición es casi pecado, 
de 365 merecen al menos uno. Al menos uno.

Y ella sonríe feliz,
A pesar de no estar rodeada de margaritas, 
su familia no esta reunida en torno a ella,
y nadie celebra con el consumismo típico que baña este día.  Sonríe como cualquier persona que ha encontrado el significado de la vida, ese secreto tan buscado, pero tan bien escondido.

El agua comienza a acariciar su rostro,
como una ofrenda de la vida,
desorientada eleva sus manos al cielo para cubrir inútilmente 
las primeras gotas que caen. 
Quizá simulen su llanto... 
sus lagrimas de agradecimiento por pertenecer un día más al mundo de los olvidados.
Por pertenecer solo un día más.