jueves, 29 de abril de 2010

Capítulo 1: Castillos de arena

... Bajo el cielo, al amanecer.

Con la tímida luna como único testigo
y la mirada encendida, como quien ha encontrado un tesoro.
Como quien ha logrado comprender el ir y venir de las olas,
como quien celebra en silencio,
delatado por mi enorme sonrisa y mi respiración agitada.

Como aquel que ha logrado saborear el aroma del viento
y apreciar la calidez de la altura,
aquel que logra encerrar el tiempo en un suspiro
una y otra vez.

Porque aun no encuentro el camino correcto,
pero he encontrado a la compañera perfecta.

Y bajo lluvia de especulaciones,
hipocresías escondidas, cánticos desesperados,
seguimos construyendo castillos de arena,
en la playa de nuestro cielo.
En el cielo de nuestro mundo.

Porque al final siempre suma UNO :)
Porque al final es solo el principio.

miércoles, 21 de abril de 2010

Éxtasis

Como dos almas fusionadas.
...

Siento tu respiración agitada que me rodea, que me consume
que me llena y me llama.
Siento tus brazos frágiles, firmes,
aferrándose a algo más que mi espalda.

Te siento en mi,
sonríes y juegas a las escondidas sin lugar donde ocultarte,
evitas y divagas.

Tus manos juegan a surcar territorios inexplorados,
en momentos coinciden con las mías,
se alejan y regresan,
me toman y me atan.

Rozas tu cuerpo con el mio de manera inocente,
te unes al cortejo,
te mofas de la razón y las cadenas de cordura,
me invitas a seguirte, a guiarte.

Siento como rozas mis labios
y te alejas,
Me envuelves en ti, te envuelves en mi,
me impregnas tu aroma y saboreas el mio.

Y frente a frente sin barreras, sin límites,
nos entendemos sin emitir sonido alguno.

En estas madrugadas repentinas...

... Ahora como siempre, mi querido viento.

miércoles, 14 de abril de 2010

Océano color esmeralda

"¿Qué se necesita?"
...

Recuerdo la primera vez que recorrí temeroso esa playa,
sí, esa misma que bordea con sutileza la majestuosidad de un retrato jamás pintado.
Recuerdo haber apreciado el paisaje por un par de segundos antes de volver a la realidad.

Esas aguas desconocidas, de color extravagante pero de belleza infinita
guardan algo misterioso, algo desconcertante. Parece que me invitan a navegar en ellas,
pero mi miedo me impedía contemplarlas fijamente. Y me conformo con mi cobardía.

A veces solía jugar a bañarme en la orilla, a juguetear con las débiles olas,
aun sabiendo que el dolor de no ser dueño de tal maravilla era menor que el de perderla para siempre.
A veces tan solo me gustaba sentarme en la playa y observar, sentir esa brisa en mi cara
y esa decepción de ser solo un vagabundo perdido.

Aun recuerdo el brillo de la luna acariciando la superficie calma,
la brisa dejó de soplar, las nubes alrededor permanecían inmóviles.
Era ahora o nunca...

Con un viejo bote improvisado, un cuaderno y dos monedas
decidí entrar a esas hermosas aguas,
sé que el viaje no será fácil,
pero también sé que vale la pena.

Y ahora desde un lugar perdido, alejado de la orilla,
con el agua bajo mis pies, y el cielo sobre mi cabeza,
escribo con un sonrisa...

"... Nada más."

jueves, 8 de abril de 2010

Temporada de fresas y eslabones de vainilla.

En los límites exactos. 
...

Delicadamente el aroma de tu presencia inunda
el vacío provocado por la fiereza de cada palabra imaginaria
que moldea con sutileza la silueta de tu perfección.

Cada suspiro recrea con detalle los acordes de tu alma
reflejada en el destello de tus grandes ojos,
esos mismos cuya profundidad es aun más misteriosa
que el propio deseo desconcertante de caer en la tentación.

Cada cabello enhebra una porción de realidad en este sueño,
la entrelaza de una forma meticulosa,
juega con viento, con tu respiración,
como un solo artista de un retrato pintoresco y único.

Y dibujas con una sonrisa el significado
de cada eslabón de esta cadena,
de este interminable recorrido...

De este inevitable sentimiento.