miércoles, 20 de enero de 2010

En tercera persona: Lecciones de madurez.

Y pensar que solo tiene 7 años.
...

Sentado en las gradas del olvidado parque de la colonia donde vivo,
esperaba, no importa el porque, solamente estaba en el lugar indicado en el momento indicado.

A un lado se encontraban 3 niños, entre 7 y 9 años.
Estaban jugando a construir lo que supongo era una ciudad,
utilizaban casi cualquier cosa a su alcance, desde ramas y hojas secas hasta piezas pre-fabricadas y bolsas plásticas.
No sé cuanto tiempo pasó, pero era entretenido ver sus movimientos torpes y des-coordinados; A pesar de eso estaban a punto de terminar. Tan solo lo supuse al ver que uno de ellos se levantó y dijo que iría a traer todos los "carritos para parquearlos".

Caos.
Entre uno de esos movimientos torpes, dos de ellos tropezaron entre si y cayeron sobre la ciudad que tanto les había costado construir.
Casi instantáneamente se levantaron ambos y comenzaron a discutir sobre quien había sido el culpable.
Lo que empezó como un pequeño error de niños parecía un problema tan grande y los gritos no ayudaban a calmar la situación.
Tan normal, tan típico que hasta terminó aburriéndome.

Pero... El más pequeño de ellos, permanecía sin decir nada,
se dedicó solamente a recoger las piezas regadas, levantó una pequeña bolsa plástica del suelo y fue a traer más tierra.
Mientras los otros dos peleaban, él seguía callado, rearmando en solitario lo que juntos habían logrado.

La pelea poco a poco era peor,
lo único que me mantenía soportando tanto grito y viendo golpes bruscos entre ellos, era la actitud de ese niño con camisa anaranjada. Sorprendete.
Cuando los golpes eran cada vez más serios, él tomó dos carritos que acababa de ir a traer y sin alterar su voz dijo: -"Ya estuvo, tu agarra el rojo porque el otro no tiene llanta."-
Los niños lo ignoraron, hasta que uno de ellos terminó llorando y recogiendo sus cosas.
De nuevo lo que tanto le había costado hacer se convirtió en una pila de hojas, tierra y piezas sucias.

Resignado el pequeño niño suspiró y dijo:
-"Si te hubieras disculpado, aunque tu no tuvieras la culpa, habríamos terminado antes y ahorita estaríamos jugando"-
El otro respondió: -"Si ese tonto arruinó todo."-
El pequeño se agachó, tomo uno de los carros restantes lo guardo en su bolsa y dijo:
-"Mañana ya no se van a acordar porque peleaban y nos tocará armarlo de nuevo."-
Mientras caminaba para su casa, levantó su mano y exclamó:
-"Yo voy a ocupar el rojo porque no tiene llanta, así no pelearan, tú ocupa el de carrera y Ricar el otro rojo."

Sé que ese niño sabía exactamente lo que hacía.
Burlarse de la idiotez ajena y tener el descaro de hacerse pasar por el tonto. Simplemente una obra de arte.

1 comentario:

  1. A Tlahueliloc le gusta esto
    Ese niño tiene un brillante futuro...Si lo ves otra vez, habla con él y seguite asombrando...Porque sean 7a o 14a o casi 20a la madurez en éstos días hace caer la mandíbula...

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