viernes, 8 de enero de 2010

Diario de navegación: Tormenta inesperada.

No soportará, no soportaré.
...

Escucho el rugido del viento, es estremecedor.
Las obscuras aguas bajo mis pies son el peor preámbulo de la mejor historia que podría contar. Tal vez no lo logré.
Mis piernas tiemblan, mis brazos titubean. ¡Soy un cobarde!.
Aun me queda la excusa de ser humano; Por tanto temo a lo desconocido.
Pero es simplemente eso... una excusa.

La vieja madera de mi bote empieza a quebrarse por los golpes violentos del agua,
he perdido la mayoría de las provisiones, viejas páginas,
objetos y diferentes cosas que traía conmigo. Incluso el coraje.

Empiezo a perder la esperanza también,
el miedo y el frío me han dejado inmóvil,
a merced de tan terrible monstruo.
Todo empieza a nublarse y cada segundo que pasa
empeora.

Y ahora me encuentro rodeado por un manto azul
 y por seres con vestimentas negras.
-¿he perdido la razón?- me pregunto a mi mismo.
El eco de este lugar parece burlarse.
Veo algunas aves blancas, vienen hacia mi.
El débil murmullo de los seres desconocidos me perturba.
Escucho el sonido de dos objetos pequeños golpeando,
suenan como monedas.
- ¿Ráfagas de viento en un lugar como este? -

Como si nada es un nuevo día.
No recuerdo que sucedió ni porque soy digno de contemplar un nuevo amanecer.
Empiezo a pensar que esto realmente no vale la pena.
- No, no vale la pena. -

...

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