lunes, 28 de junio de 2010

Mi pequeña. Mi Alejandra.

Y me rehúso a pensar que el nido cada vez es más pequeño.
...

Pienso que fue hace un par de días que te vi subir al carro,
en el asiento de atrás, a mi lado, pero en brazos ajenos.
Una manta verde cubría tu piel y parte de tu rostro, ese mismo que no quería ver.
De la nada interrumpiste el paraíso al que estaba acostumbrado.

Pasó el tiempo y tu complicada sencillez
parecía solo afectarme a mi.
Tu tranquilidad aparente engañaba a cualquiera,
una y otra vez.

Lo mio fue tuyo,
lo tuyo fue... tuyo.

Llego la época de la mímica,
cada paso hacía adelante era doble, descoordinado, pero doble.
Cada paso hacia atrás era triple, por tu falta de equilibrio.

Luego de tantas historias cortas o largas,
tontas o sabias,
irónicas o lógicas,
sencillas o complejas.
Continuas siendo esa niña desesperante, callada, rara, estresante,
con mirada perdida pero pícara.
Continuas siendo esa niña cruel, malintencionada, molesta, loca, perspicaz, especial, única...
Y aunque al final ya no seas tan niña,
jamás dejarás de ser mi pequeña odiosa y amada hermana.

Feliz cumpleaños.
Que el mundo no te nuble nunca, que la vida no te ilumine demasiado.
Que nunca pierdas el brillo propio ni la obscuridad ajena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario