sábado, 12 de junio de 2010

Desahogo

Llueve.
...

Sí, llueve frente a mi, a mares,
las luciérnagas a mi alrededor parecen decir algo que la verdad no me importa.
El viento grita desesperado que me detenga,
que lo evite, pero no quiero, no puedo.

No entiendo que me mantiene aquí,
si el deseo de morir en manos de una fría y áspera noche
o la convicción de ser lo suficiente cobarde como para aceptar la realidad.

Ni siquiera el temor de no estar bajo un techo real me impide disfrutar esta lluvia. Maldita lluvia.
Lejos, perdido, con nada de valor en mis bolsas
y nada de útil en mis labios, en mi mente,
naufrago por témpanos de decepción.

Y llueve...
De manera torrencial.
Y llueve... y no estás aquí.

1 comentario:

  1. :O


    Me fascino, esta bien lindo


    ahora si me quito el sombrero ante tu poema

    :D

    cuidate mucho, bye!

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